Quiero matarte, matarte a gritos,
matarte con odio, amor... amoroso odio.
En tiempo, en lluvia,
sólo matarte; no dejarte ni polvo,
ese que despiden los muertos calcinados,
como último testimonio de su sombría existencia.
Matarte a llanto, a risa, con balas,
rápido o lento, no importa como sea,
únicamente deseo matarte.
Arrancarte toda esperanza aquí conmigo,
dejarte a oscuras mil años bajo tierra,
que te coman los gusanos, desaparecer tu cadáver.
Matarte como desconocido conocido, sin
dolor, reproches, arrepentimiento, pena ni angustia,
simplemente matarte privado de flores y madera.
Arrebatarte de mi, sangrarte, dolerte,
pero a fin de día simplemente matarte.
Quitarte la vida, derrocharla entre mis ideas.
El objetivo es matarte,
amarte después de eso, será la verdadera hazaña.