miércoles, 30 de marzo de 2011

Órgano sometido, rendido

Este corazón, tan oscuro
como el miedo,
se ha quedado mudo;
le duele respirar,
llorar, sentir y admirar.

A este corazón no le sirve
la esperanza...
ni la libertad que lo realza.
El desvelo de los miedos
o el nudo entre sus dedos.

Corazón siniestro al hombre,
al amor... la incertidumbre.
Sensibilidad de papel cristal...
tan ágil, tan frágil.

Corazón sin rostro, amurallado
en el deshidratado mar y
las indómitas olas de impaciencia,
avasallado por la esencia.

Órgano sometido, rendido
ante el poema más triste del mundo.
La histórica histeria de mis afectos
en tan sólo un segundo...
El trágico teatro del miedo corazón.